Al parecer, tú eres el culpable.

Por si no te has enterado, tú eres el culpable de que no salgamos de la actual crisis económica. Tú, sencillo, ahorrador y previsor ciudadano y ciudadana de a pie; tú, que no te vuelves un consumado consumista y gastas hasta lo que no tienes para que el IPC (Índice – porque indica por donde quiere que vayamos– de Precios al Consumo)suba y el Mercado –con mayúsculas– vuelva a funcionar a pleno rendimiento. Como ves, lo que importa no es que el modelo (basado en el consumismo, no en el consumo) que ha creado el problema cambie su estructura, sino que eres tú el que debes cambiar esa actitud de desconfianza y madurez –has a prendido a distinguir los gastos superfluos de los necesarios– que te impide retomar tu antigua condición de depredador de materias primas y productos manufacturados. ¡Esquizofrénico e hipócrita discurso de este Capitalismo que pretende reducir la emisión de CO2 y por otro lado nos impele a consumir más y más productos, algunos tan devastadores como los automóviles privados!